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Por.......: Canijo.web
En el término de Constantina nos encontramos con los Senderos
Senderos de Constantina
Senderos de Constantina
"Los Castañares" - "Molino del Corcho" - "Camino de la Jurdana" y "Cerro del Hierro".
Una amplia red de vías pecuarias discurre por nuestro término facilitándonos la práctica de actividades como: BICICLETA DE MONTAÑA, PASEOS A CABALLO Y SENDERISMO
Distancia: 7 kms
Trazado: Circular
Duración: 2 horas
Dificultad: Media
Partiendo del final de la calle Venero, se toma un camino de tierra con ligera pendiente hacia arriba denominado “Camino de Las Erillas”, que discurre encajonado entre antiguas paredes de lajas de piedra con abundante y variada vegetación, que en algunos sitios forma una bóveda sobre el camino. Robles, almeces, quejigos, cerezos, olmos, durillos, hiedras, endrinos, castaños, cornicabras y madroñeras, entre otras muchas especies jalonan nuestro paso.
Entre huertos de frutales y antiguos lagares, poco a poco nos vamos internando en los castañares. Éstos, progresivamente aprisionan el camino hasta subir a lo alto del cerro. En lo alto y ya entre añosos olivares, se puede disfrutar de una hermosa panorámica. Desde aquí se continua el regreso a Constantina, por el camino de las “tres portás”, dejando a nuestra derecha el “Cerro del Almendro” con restos de paredes de piedra que nos denotan un primitivo asentamiento de población en este lugar. Como final de nuestro recorrido, llegamos al mirador del Castillo de Constantina, desde donde podremos observar unas magníficas vistas de nuestra localidad, asentada sobre el Valle de la Osa.
Con una distancia de 7 kilómetros, este sendero no presenta dificultad alguna. Se puede hacer a pie o en bicicleta de montaña.
Distancia: 14.800 kms.
Dificultad: Media
Tramos por donde discurre:
Cañada Real del Robledo
Cañada Real de San Nicolás a Las Navas
Salimos de Constantina en dirección a la Ermita de la Virgen del Robledo, situada a unos 2,5 kms. al noreste de la población. Los primeros 6,8 kms. transcurren por carretera asfaltada. Al final de la misma encontraremos una prolongada subida hasta llegar al Mirador de El Robledo, situado en el Puerto del Cerro Negrillo. Aquí haremos una breve parada para recuperar el aliento y observar el contraste de color que componen las manchas de castaños, encinas, alcornoques, monte bajo y los robles -árboles de la familia de los quercus- cuyos últimos reductos de la provincia de Sevilla los podemos encontrar en estos parajes.
El resto del sendero lo hacemos por un camino de tierra de suaves pendientes, pasando junto a la Fuente del Escorial -abrevadero de ganado clasificado en la red de vías pecuarias- en el kilómetro 8,6, dejándola a nuestra izquierda. Más adelante y una vez abandonado el camino principal, nos encontramos por la izquierda una antigua mina de barita, hoy en día sin explotar, en el kilómetro 12,1. Continuando nuestro sendero y tras un breve ascenso, llegamos al Cerro del Hierro, donde quedamos impresionados por la espectacularidad de su paisaje rocoso, modelado por la acción del agua a lo largo de cientos de miles de años. Por el interior del karst -así se denomina a este tipo de paisaje- podemos realizar un itinerario "perdiéndonos" por sus intrincados callejeros repletos de vegetación. Para terminar llegamos al Poblado del Cerro del Hierro, que aún conserva la estructura de sus calles conforme fue construido por los propietarios de la mina, de nacionalidad inglesa, a finales del siglo pasado.
Distancia: 6.5 kms.
Trazado: Circular
Duración: 2 Horas.
Dificultad: Baja
Otro sendero imprescindible, en el que el agua, la sombra y la exuberante vida animal copan el protagonismo. El camino se inicia en el cartel instalado en la zona recreativa de Isla Margarita, en la Rivera del Huesna (carretera de San Nicolás a Cazalla), aunque también se puede iniciar desde la estación de tren de la línea Cazalla-Constantina, desde un camino que sale muy cerca del paso a nivel.
En todo caso, empezaremos marchando río abajo por la ribera, sin duda deleitándonos con una de las zonas de más valor ecológico del Parque Natural.
Un magnífico bosque en galería impresiona al paseante con árboles alisos, sauces, fresnos, álamos negros y arbustos propios de zonas muy húmedas. La fauna también es de gran valor, con enorme variedad de aves y mamíferos propios de ese hábitat como las nutrias. No obstante, el impacto de visitantes poco concienciados con el medio ambiente no facilita la conservación de estas especies.
A lo largo del camino también se puede descansar en la zona recreativa del Molino del Corcho - antes de, por la otra orilla, iniciar el camino de regreso igual de fácil, agradable y bien señalizado.
Se inicia en la ladera occidental del Parque "El Castillo" discurriendo a lo largo de su trazado entre paredes de piedra trabada, que limitan el camino con las fincas a las que tiene acceso. Se trata de una ruta muy utilizada en otros tiempos tanto por pobladores como por trashumantes.
La denominación genérica de "La Jurdana", se toma de la finca del mismo nombre, la cual alberga una antigua fuente de manantial cuya fuerza freática se desborda en períodos de lluvias, sirviendo popularmente para calibrar el potencial de agua del municipio.
En su discurrir se observarán muy diversas panorámicas, permitiéndonos acercarnos a una flora autóctona conformada por la jara, "matagallos", zarzaparrilla, perales silvestres, en la misma medida un pequeño bosque en galería de álamos, así como plantas termófilas (pitas) etc.. Las formaciones calizas, muy frecuentes en esta zona, se exponen a la vista del visitante constantemente a lo largo de este camino.
Se incluye entre las explotaciones que existen en el recorrido de la denominada "Huerta de la Teja". cuyas instalaciones poseen un rico contenido etnográfico por las técnicas de transformación agrícola que en épocas anteriores albergó.
La cueva de la Sima y la proximidad de las ruinas de la Ermita de la Yedra, son elementos de una especial singularidad cuyas piedras hablan de historia local y encierran hermosas leyendas de sabor popular. En la misma medida el barrio de la Morería invita a detener el camino hasta perderse por el laberinto de sus calles. Las características propias del recorrido permiten hacerlo tanto a pie como a caballo o en bicicleta de montaña.